Reseña del vaporizador Boundless CFX – Sin restricciones

Cómo funciona

El Boundless CFX cuenta con un control preciso de temperatura a través de la pantalla LCD en la parte frontal de la unidad, similar al Arizer Solo 2. Puedes ajustar la unidad en cualquier lugar entre 25 grados Celsius y 220 grados Celsius. Esto brinda a los usuarios una amplia gama de temperaturas disponibles, lo que les permite encontrar su temperatura preferida. Aquellos que prefieren un sabor completo querrán usar el dispositivo alrededor de 180-190 grados, mientras que aquellos que disfrutan de exhalaciones grandes querrán ir más caliente, alrededor de 210-220 grados Celsius. En última instancia, la elección depende de ti y tomará algo de experimentación para encontrar la temperatura adecuada para ti.

La calidad del vapor del CFX es bastante buena. Definitivamente no es tan pura o suave como la calidad del vapor del Mighty y en los primeros usos había un ligero sabor plástico en la boquilla, pero eso pareció disminuir con el tiempo. Sin embargo, en general, las inhalaciones del CFX fueron muy satisfactorias, a la temperatura más alta, 220 grados Celsius, puedes obtener nubes densas de vapor, pero el vapor es un poco áspero y te hará buscar un vaso de agua. Debido a que el CFX permite personalizar la temperatura de manera precisa, es fácil adaptar tu sesión y cada usuario debería poder encontrar su «punto dulce» en cuanto a consistencia y sabor del vapor. El flujo de aire es un poco más restringido que en el Mighty, pero más libre que en la mayoría de los otros vaporizadores del mercado, lo que ayuda a proporcionar al usuario inhalaciones suaves y abundantes. Los usuarios que desean un nivel superior de filtración generalmente prefieren dispositivos que vienen con una boquilla de vidrio, como el Vaporizador Utillian 421.

Si bien los exteriores de plástico no son ideales para los vaporizadores porque tienden a ser frágiles, hasta ahora no hemos tenido problemas con el CFX. La unidad se siente muy bien fabricada; no hay defectos observables en el proceso de moldeo, los botones se presionan fácilmente y son responsivos con el dispositivo, y la boquilla encaja perfectamente en el dispositivo. Uno de los aspectos más impresionantes de esta unidad es la gran pantalla digital. En mi opinión, esta es la pantalla más bonita en un vaporizador hasta ahora, es grande, brillante y clara. La única desventaja es que me costaba ver la pantalla en situaciones muy soleadas, pero este es un problema común en las pantallas digitales de los vaporizadores. Lo bueno del CFX es que también tiene retroalimentación háptica, al igual que el Zeus Arc GTS Hub, por lo que no necesitas mirar la pantalla para saber si el dispositivo ha alcanzado la temperatura.

Al igual que la mayoría de las unidades en la actualidad, el Boundless CFX utiliza una batería de litio recargable que se puede cargar con un cable micro USB. La carga dura aproximadamente de 2 a 3 horas, dependiendo de cuán descargada esté la batería, y parece durar alrededor de 90 minutos. En comparación con otros modelos potentes, como el Crafty y el Mighty, la batería del CFX se comporta bien. Supera fácilmente al Crafty y está prácticamente a la par con el Mighty, aunque el Mighty parece cargar más rápido, probablemente debido al hecho de que se carga con su propio cargador exclusivo en lugar de USB. El único problema que tuve con esta unidad es el indicador de batería, parecía fluctuar constantemente, lo que me dejaba un poco perplejo sobre cuánto estaba cargado mi dispositivo en ese momento. Cuando un indicador de batería fluctúa así en cualquier dispositivo electrónico, generalmente indica una batería barata. Esto me hace cuestionar la durabilidad de la batería interna del CFX y me preocupa un poco cómo se cargará y funcionará después de un año, especialmente porque la batería no parece ser extraíble como ofrecen otros dispositivos como el Davinci IQC.

Desde el punto de vista de la funcionalidad, realmente disfrutamos del Boundless CFX, tiene una gran calidad de vapor que satisfaría a la mayoría de los usuarios, a pesar del sabor inicial a plástico. El dispositivo es fácil de usar desde el primer momento y no requiere mucho tiempo de aprendizaje antes de empezar a soplar nubes. La gran y brillante pantalla LCD te brinda un control total sobre la configuración de temperatura, lo que te permite personalizar tus sesiones a la temperatura que prefieras. Nos hubiera gustado que esta unidad fuera más pequeña, puede ser más pequeña que la Mighty pero no es tan compacta como la Crafty y creemos que sigue siendo un poco grande para ser una unidad portátil ideal. Esta unidad es buena y si no necesitas que tu unidad sea muy portátil, el CFX te servirá bien. Si el vaporizador de convección asequible del CFX despertó tu interés pero estás buscando algo más portátil, te animamos a que eches un vistazo al Utillian 722, otro vaporizador de convección asequible que es mucho más portátil que el CFX.